
El mundo de los libros negros no deja de darnos algunas sorpresas gratas en los últimos tiempos y una de ellas es la reedición de los libros clásicos, de los que marcaron una época. He repetido no pocas veces que si un servidor escribe y entre sus publicaciones hay un puñado de novelas negras, se debe a un hecho muy especial: la presencia en nuestro instituto de Antoni Serra (Sóller, 1936) en una conferencia, invitado por el profesor Antoni Figuera. Eso debía ser en 1992, cuando la Barcelona olímpica y las matanzas de Sarajevo, para que cada uno se sitúe según los faros referenciales que prefiera. El hecho de que se reedite la segunda aventura de su detective Celso Mosqueiro, L’arqueòloga va somriure abans de morir -original de 1986- es un motivo de satisfacción mayúscula. Y que lo haga una pequeña pero inquieta editorial mallorquina, Ifeelbook, tiene todo el sentido del mundo.
Mosqueiro es uno de esos detectives absolutamente imprescindibles. En su primera aparición, El blau pàl·lid de la rosa de paper, de 1985, lo veíamos aún como un policía portugués que llega a Mallorca en la investigación de un caso. El paso por la policía política portuguesa de Salazar es un remordimiento pero a la vez una formación imprescindible para este hombre que a partir de la segunda novela -la que podéis leer gracias a la reedición- se instala en Mallorca en un llaut en el puerto. De inspiración directa de los grandes clásicos americanos, es, sin embargo, un detective más humano: para él las palizas tienen consecuencias.
Antoni Serra es un autor muy importante de la narrativa contemporánea y con sus cinco obras de Mosqueiro, ademàs de L’avinguda de la fosca (de espías, partiendo de la muerte del real Thomas Harris en Mallorca), le colocaron como una referencia ineludible de la novela negra en catalán -podéis leer en castellano La arqueóloga sonrió antes de morir (la obra que nos ocupa), publicada en 1989 por Vidorama y también La avenida de las sombras, editada por Calambur en 2007 y que es una muy buena novela-.

La recuperación de L’arqueòloga va somriure abans de morir se acompaña de un prólogo -excelente- de Nadal Suau, en el que encontramos la afirmación que Serra llegó a vender hasta 60.000 ejemplares de esta novela, una cifra alejadísima de lo habitual en estos tiemposs, tanto en catalán como en castellano. ¿Qué ha pasado para que en menos de treinta años hayamos caído a este nivel de ventas paupérrimas? Esto daría para otro texto sin duda mucho más largo, però apuntemos el dato. Vender hoy el 1% de lo que vendió Serra se considera una cifra aceptable…
Dejando de lado estos apuntes de mercado, os recomiendo muy vivamente la escritura de Serra. Su Celso Mosqueiro es un personaje único, pero la totalidad de la obra de Serra es de una gran ambición.
SEBASTIÀ BENNASAR
L’arqueòloga va somriure abans de morir
Antoni Serra
Ifeelbooks. Palma, 2015.