ISABEL DEL RÍO: “Los temas “místicos” tienden a espantar a cierto público y crítica”

Los que la conocen dicen que tiene algo élfico tanto en su figura como en esa magia capaz de seducir con palabras. Isabel del Río (Barcelona, 1983) desarrolla todo tipo de trabajos en el mundo del libro además de publicar su propia obra. La vidente de la luna llena (Kailas) es su última obra publicada, un trhiller de alta intensidad.

isabel del río

 

-¿Quién es y qué es Isabel del Río?

-¿Pregunta trampa?  Jajajaja. Siempre me ha sido difícil autodefinirme, quizá porque sigo en busca y captura de mí misma. Aquí y Ahora podría decir que soy madre 48 horas al día, lectora hasta lo enfermizo, escritora cuando lo demás me lo permite, soñadora a tiempo completo y curandera cuando es necesario. En lo laboral soy correctora, lectora, editora, redactora, coach literario, etc. Organizo e imparto talleres y actividades literarios. Todo lo que gire en torno a los libros me apasiona. En cuanto a lo personal soy fantasiosa, romántica, cocinillas, curiosa y me entusiasma aprender cosas nuevas, por lo que estoy estudiando e investigando a todas horas (quizá por ello me gusta tanto trabajar de documentalista).

-Llevas una trayectoria bastante larga en el mundo editorial alternando géneros y público. ¿Hacia dónde se encamina tu obra?

-Creo que la obra de un autor, sea cual sea su campo, evoluciona con la personalidad. Lo mismo me sucede a mí. Empecé a escribir desde muy pequeña, pero nunca me imaginé llegar a publicar o que otras personas me leerían. Fue casi por accidente que entré en el mundo editorial, empujada por el amor de una yaya que creía incondicionalmente en mí, y por unos profesores que vieron algo en mis letras que yo era incapaz de percibir. Nunca he escrito para un público concreto, siempre he buscado el personaje, el resto suele nacer de la propia historia. En cuanto al género, considero que son etiquetas muy interesantes para colocar los volúmenes en las estanterías, pero poco me dicen a la hora de disfrutar de una obra. Del mismo modo que puedo perderme leyendo terror, fantasía o thriller, me sumerjo en las historias sin pensar dónde me llevarán. Eso no significa que no siga un ritual o método, pero prefiero dejarme arrastrar un poco por la psique de los personajes, el momento concreto en que vivimos y lo que se respira en el ambiente.

-Defiéndete, hay quien dice que en España no se sabe hacer thriller…

-Considero que el thriller en España es distinto al que podemos encontrar en otros territorios, y las influencias de cada autor le marcan. He leído a autores españoles que me trasladan al mundo anglosajón, mientras que otros tienen un aire tan mediterráneo que nadie dudaría de dónde son. A pesar de estos detalles geo-históricos, no creo que se haga mejor thriller en un lugar u otro, aunque el clima influya mucho en cómo se sienten y ven las cosas. No podemos esperar que un personaje que vive en Barcelona sienta igual que uno que reside en Londres o Berlín. El terror, la enajenación, la violencia, el misterio… Son los mismos aquí que en otro continente. Como lectora y conductora de un Club de Lectura recomiendo tanto autor autóctono como foráneo.

-¿El hecho de que en tu obra para adultos se mezclen elementos como el tarot puede hayan hecho que la crítica se interese menos por tus libros?

-Puede parecer ridículo, pero los temas “místicos” tienden a espantar a cierto público y crítica. “La Vidente” no es una novela esotérica, pero sí contiene un trasfondo en el que se pone en duda el libre albedrío y el destino, la posibilidad a escapar de la sangre, y la sociedad en la que vivimos. Uno no puede dejarse guiar por la portada, tiene que saber leer entre líneas.

-“La vidente de la luna llena” juega con una Barcelona diferente. ¿Por qué una novela urbana pero singular?

-Barcelona es una protagonista más de la novela. Los personajes se mueven a lo largo de sus calles e historia, con guiños a sucesos reales. Por un lado se debe a que he vivido toda mi vida en la ciudad y he investigado sobre sus misterios, pero por otro lado quería mostrar esa cara mágica que envuelve la ciudad, ese rostro oscuro y con tintes circenses. Una ciudad que puede ser hogareña y amable, pero también fría y afilada como un cuchillo. Laia recorre sus sendas como una metáfora de su propio camino y descubrimiento interior.

-En los últimos tiempos estamos viendo debates singulares sobre la novela negra. ¿Qué es para ti este género?

-Se habla mucho de novela negra, pero creo que habría que ser más claro cuando se habla del género. Muchas personas piensan que cuando hablamos de Novela Negra sólo nos referimos al género Policíaco, mientras que para mi gusto la Criminal o el Thriller tienen mucho más ritmo y capacidad de explosión. Además, la Novela Negra está evolucionando junto con los tiempos que corren y los nuevos autores, con personajes que salen del cuerpo de policía o del clásico asesino, encontramos historias en las que no es tan sencillo saber quién es el malo y quién el bueno, quién el cazador y quién la presa. Además, me parece natural que en el momento actual la novela negra se ponga de moda y el público busque el debate, pues a través de ella podemos criticar, experimentar y elucubrar sobre la política y la sociedad que nos rodean.

-Dominas muy bien la creación de atmosferas y el tempo de la narración y la dosificación de la información. ¿Crees que son las tres claves para la administración del misterio en una novela?

-Gracias por el piropo. En mis clases de Escritura siempre digo algo que aprendí de Care Santos: la tensión y el misterio se consiguen a través de la dosificación de la información. No se trata de dejar a oscuras al lector, sino de darle justo lo que necesita en cada momento, para dejar que haga sus propias hipótesis, para tirar de él como si las pistas fueran el cebo. En cuanto a las atmósferas, para mí son parte de los personajes. Cada persona tiene su propia manera de ver y percibir el mundo. Mi Barcelona no es la misma que la tuya, y creo que jugar con esa visión caleidoscópica de la realidad siempre le da un toque distinto a cada novela. El thriller ha de ser rápido y trepidante, ha de llevarte al límite y dejarte caer al vacío. Quizá por ello a veces peco de sintética.

-Diriges clubs de lectura para seniors y para jóvenes, ayudas a escribir a otros autores, haces informes y un montón de trabajos ocultos en el mundo del libro… ¿qué te aportan todas estas actividades complementarias pero vinculadas a la literatura?

-Como explicaba al principio, nunca me planteé meterme en este mundillo. Yo quería vivir en una cabaña en el bosque estudiando a los lobos!!! Pero una vez que puse un pie en el universo literario me vi arrastrada por un torbellino del que no podría salir ya. Tener la oportunidad de ayudar a otros a lograr sus sueños, a explicar sus historias, incluso a superar sus problemas a través de la escritura (uno de los talleres que realizo es el de Escritura Terapéutica), es una sensación difícil de explicar. Casi podríamos decir que cuando envío un nuevo informe o veo trabajar a chavales de diez a 16 años, inmersos en sus textos, siento un auténtico estallido de euforia. La gente dice que siempre sonrío. Bueno, creo que es normal.

-Estamos inmersos en una crisis brutal en la que una parte se debe a la falta de lectores. ¿Alguna idea para conseguir más?

-Apostar por los jóvenes. Desde el inicio, cuando me metí en el mundillo, he sido una ferviente defensora de los jóvenes lectores y escritores. Creo que es necesario que les demos voz y les ayudemos a encontrar lecturas que realmente les apasionen. No hay que olvidar a los lectores senior, pero es en los chavales de 9 años en adelante donde tenemos el nuevo público lector, es a ellos a quien debemos dirigirnos y explicar cuál es la importancia de cuidar nuestra cultura y literatura. Cada vez hay más imputs, la información les llega de todos lados, y la inmediatez está a la orden del día, pero es justo a esas edades cuando un libro puede ser más útil, no sólo por el aprendizaje que conlleva, sino porque representa una vía de escape a aquello que les bombardea a diario.

-¿Cuáles son tus próximos proyectos?

-Llevo un tiempo revisando una nueva obra, pero con mi peque voy más lenta que de costumbre. En cuanto a escritura, últimamente estoy más concentrada en mis poemas y relatos cortos, que en la novela. Aunque tengo unas cuantas ideas por barajar.