Entrevista a Nisse Scherman

La Academia de la Novela Negra- Deckarakademin– fue fundada el año 1971. Tiene 21 miembros que se dedican a promocionar ”la buena novela negra en Suecia”.

Quedo con uno de los académicos, Nisse Scherman, en el café Valand, en el centro de Estocolmo. Nisse pide un café solo, me sorprende que no pida un té ya que es un declarado anglófilo. Además de ser miembro de la Academia de la Novela Negra tiene una de las colecciones más grandes y completas de novela negra en sueco. También es padrino de la selección francesa de dart, pero esa es otra historia. Conmigo se ha reunido para hablar, como miembro de la Academia, sobre la novela negra sueca.

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Nisse Scherman. Fotografía de Albert Herranz. 

¿ Cómo se eligen los miembros de la Academia de la Novela Negra?

Hay que saber sobre novela negra. De todas formas, la Academia está dividida en distintas secciones. Hay escritores, tanto de novela negra para adultos como juveniles; críticos de novela negra y gente con conocimiento sobre el género. Se busca que haya una mezcla equilibrada entre aficionados y profesionales. Lo mismo entre hombres y mujeres.

Es más difícil conseguir llenar la cuota de autores ya que un autor de novela negra hoy en día tiene más cosas qué hacer que solo escribir. Tiene que viajar y hacer promoción de sus libros.

Para ser miembro de la Academia hay que ser propuesto por uno de los miembros. Y la propuesta se discute en una de las dos reuniones anuales que tenemos. En principio tenemos que estar todos los miembros de acuerdo con la nominación. Después se contacta con la persona propuesta.

¿ Qué trabajo desarolla la academía de la novela negra?

Nuestro principal objetivo es trabajar por las buenas obras, las historia de novela negra buenas, dándoles publicidad. Organizamos seminarios, charlas, escribimos críticas literarias, etc.

Lo que se nota más de cara al exterior son los premios que repartimos. El premio a la mejor novela negra del año, la mejor novela negra traducida, la mejor novela negra juvenil. A veces, también damos un premio al mejor debutante del año y a toda una vida. Estos dos últimos no son tan frecuentes.

¿ En qué consisten los premios?

No tienen cuantía económica. Se trata de un diploma y, en el caso de las novelas negras para adultos, una pequeña reproducción de un pie de cabra dorado. Los premios tienen prestigio dentro de la industria. Las editoriales envían los libros para que sean nominados y, en caso de considerarse buenos, premiados.

¿ Qué es una buena novela negra para la Academia?

Es una novela bien escrita, con una intriga buena, que no siga las normas del género. No nos interesa una copia de otro libro. Hay muchas novelas negras en el ecosistema sueco, que es grande y amplio, que siguen un camino trillado y eso no nos place mucho. En un año se pueden llegar a publicar unas veinte novelas que se parecen demasiado entre ellas.

Se habla de una burbuja de la novela negra sueca. ¿ Crees que es así?

Sí, claro que existe una burbuja. Se ve en la edición. A finales de la década de los 90 no se llegaba a publicar 40 novelas negras en Suecia. A partir de 2005 sube la edición y se llega a los cien títulos. En la actualidad, se edita como unos doscientos títulos al año.

¿ Tenéis cifras de cuántas de estas novelas se traducen a otros idiomas?

No tenemos cifras de ello. Creo que es menos de la mitad de lo que se edita en el país. La mayoría de los autores de los títulos son escritores que han visto cómo les ha ido a otros escritores escandinavos y quieren aprovechar el tirón. Mucho de lo que se edita es de baja calidad, lamentablemente. Yo creo que se traducirá unas cuarenta o cincuenta novelas al año.

El género negro en la literatura sueca. ¿ Tiene una base tradicional o es un género que se ha ”descubierto” en los últimos años?

No. La novela negra en Suecia tiene su tradición. Hay una época que se suele llamar la ”edad de oro” de la novela negra y que se desarrolló en la mitad de los años cuarenta hasta los años 60. En realidad hablamos de cuatro autores: Maria Lang, Stig Trenter, Hans Krister Rönblom y Vic Suneson. Estos cuatro eran los que producían la mayoría de las novelas negras que se vendían en Suecia. Sobre todo en navidades, sus novelas se solían publicar en otoño.

Había un poco de ”guerra” entre ellos. Principalmente entre Stig Trenter y Maria Lang. Solían llamarse después de la campaña navideña para ver quién de los dos había vendido más.

Fue así como empecé a leer novela negra, por cierto. Con cuatro cinco años intentaba leerme los libros que le regalaban a mi madre en navidades.

En la mitad de los años sesenta llegaron Sjöwall y Wahlöö. Hubo un cambio. Muchos autores comenzaron a imitar su forma de escribir y las temáticas. La novela negra era un género importante aunque no se editaban muchos títulos, unos cuarenta al año. Era otra época: no existía el book on demand, la autopublicación, etc y las grandes editoriales no se prodigaban mucho.

¿ Cuándo dirías que comenzó la ”moda” de la novela negra sueca?

Sjöwall y Wahlöö tuvieron un cierto reconocimiento internacional. El boom llegaría con Kurt Wallander a principios de los años noventa, seguido de Håkan Nesser.

La verdadera eclosión fue con Stieg Larsson. Conllevó que se empezara a escribir más novela negra en Suecia. A nivel internacional, se creó una demanda de leer el llamado nordic noir, que a mi entender poco tiene de noir. Ello también facilitó la traducción de autores noruegos, fineses, daneses e islandeses a lenguas no nórdicas.

Como sueco, ¿ Te sorprende esta situación?

Personalmente, estoy sorprendido. Suecia es un país pequeño que, al igual que nuestros vecinos, ha conquistado un lugar preponderante. Luego, la palabra ”exótico” es importante. Desde el extranjero se ve a Suecia como un país con mucha naturaleza y exotismo. Ello se puede ver en las cubiertas de los libros. En Alemania, por ejemplo, le ponen una típica casa roja y blanca en cualquier portada, es igual si la trama se desarrolla en una gran ciudad. Los alemanes, en general, siempre han estado interesados en la naturaleza sueca, en nuestra sociedad, en allemansrätten [ se trata del derecho de cualquier ciudadano de viajar, poder establecerse temporalmente para, por ejemplo pasar la noche, coger setas, en bosque privado. El derecho está sujeto al respeto a la naturaleza, a los propietarios y demás personas que estén en el territorio]. No tan sólo es el exotismo, creo que también es la violencia, la familia, etc. Se ha formulado la teoría de que existe un cierto morbo y la convicción de que ”aquí podemos leer cómo es Suecia en realidad y no es tan ordenada, tan civilizada”. No sé si hay algo de cierto en ello.

¿ Qué puntos fuertes tiene novela negra sueca?

Ante todo las descripciones del paisaje, los distintos ambientes. Como lector, el hecho que en Suecia haya muchos autores buenos que se han dedicado a la novela negra a pesar de ser considerado como ”literatura de quiosco”, me ha beneficiado.

¿ Qué debilidades tiene la novela negra sueca?

La igualdad. Existe un camino trillado por el cual suelen transitar la mayoría de los autores suecos. Existe una tendencia en escribir para un determinado tipo de lector. Es cierto que inicialmente no tiene porque ser un defecto. Un crimen con conexiones en el pasado, una historia familiar que se extiende por la trama. Hay demasiados escritores, no sólo femeninos, que recurren a estos tópicos. Nosotros en la Academia estamos cansados de este tipo de narración.

¿ Qué novelas negras suecas recomendarías a un lector principiante del género?

Yo recomiendo empezar leyendo a Sjöwall y Wahlöö. Su primer libro Roseana (RBA libros). Para mi es la mejor novela negra que se ha escrito. Se trata de una investigación policial interesante y hay un misterio de difícil solución. Un final dramático que queda abierto, ya que no es seguro que hayan atrapado al asesino. Se lee rápido. Los libros eran cortos en aquella época (ríe). No recomiendo Stieg Larsson porque para mi no hay mucho Suecia en él, es más bien una historia que podía haberse ambientado en otro país. Asesinos sin rostro (Tusquets) de Henning Mankell y  Levande och döda i Winsford [no está traducida en España] de Håkan Nesser. Una novela negra atípica que además no está ambientada en Suecia. Otra escritora muy interesante es Tove Alsterdal [no está traducida]. Es una autora de una calidad suprema. En una crítica escribí que no era la reina de la novela negra sueca sino la emperatriz. A pesar de que le gustó como adjetivo, Alsterdal consideraba que como feminista no podía usar la denominación en la promoción en las contracubiertas de sus libros.

Luego apago la grabadora. Hablamos un poco de las novelas que menos le han gustado mientras apuramos una segunda taza de café. De la peor, no recuerdo ni el nombre. Le hice una reseña demoledora. Ello no impidió que el autor encontrara una frase positiva en ella. No dudó en usarla como promoción en la cubierta de su siguiente libro, me cuenta sonriendo.

Albert Herranz