La librería Negra y Criminal, en Barcelona, lo ha vuelto a hacer. Mañana se convertirá en un lugar holmesiano sólo apto para aficionados a desafinaciones de violín. Con motivo de la convención anual del círculo Holmes que se celebrará el sábado -a la que pueden asistir los socios de la egregia institución con sede en Barcelona-, mañana habrá un accto holmesiano abierto al público en general, una tarde entera para debatir, leer, comprar y tocar los libros referenciales de los últimos tiempos.

Los actos empezarán a las 19.30 horas y estará Daniel Tubau, autor de No tan elemental. Como ser Sherlock Holmes, publicado este mismo año por Ariel. Pero en esa misma tarde habrá descuentos en diferentes libros holmesianos -entre ellos el maravilloso pastiche de Juan Ramon Biedma Tus magníficos ojos vengativos cuando todo ha pasado– y además los lectores y compradores se llevarán un pin muy especial editado este año con motivo de la gran exposición holmesiana de la Biblioteca Pública Arús (ese magnífico lugar de Barcelona que permite trasladarse a la época victoriana).

Sherlock Holmes es el paradigma por excelencia del detective privado, un personaje que según el anfitrión Paco Camarasa, forma parte del canon tanto como Hamlet de Shakespeare. Ciertamente. Sherlock es la sublimación de la novela policíaca y de intriga y Conan Doyle lleva a la sublimación ese tipo de novela nacida gracias a un americano ambientada en Paris -Poe y sus crímenes de la calle de la Morgue- y perfeccionada hasta la maestría en Inglaterra gracias, entre otros, a Wilkie Collins.

Habrá quien diga que en las novelas de Sherlock no hay crítica social, que es lo que se le pide al género negro (aparte de buenas historias, bien contadas, con rigor literario -parece una obviedad, pero últimamente hay un montón de libros publicados sin estos tres principios-) pero si lo leemos bien, descubriremos que no es cierto. ¿No es Watson una crítica implícita al ejército colonial inglés, por ejemplo? Preguntas que sin ningún lugar a dudas, pueden plantearse mañana.

SEBASTIÀ BENNASAR