El próximo 23 de enero se cumplirán diez años de la desaparición del reportero Ryszard Kapuściński (Pińsk, 4 de marzo de 1932- Varsovia, 23 de enero de 2007), razón que nos anima a recomendar, a la espera de la traducción, la lectura en francés de ‘La mer dans une goutte d’eau’ (Les Éditions Noir sur Blanc). El libro recoge, en un solo volumen, una serie de reportajes del periodista en los años 1960 y de Hanna Krall, durante el siguiente decenio.
La editora Margot Carlier destaca de los dos periodistas la sobriedad y la precisión de sus narraciones, la exactitud en la descripción de los personajes, lugares y mentalidades, y la capacidad de explicar la Polonia comunista de los años 1950-60-70 con mayor efectividad que la mayor parte de ensayos o artículos científicos sobre el tema. ¿Cuál es el secreto de Kapuściński y Krall? Seguramente hay que buscarlo en saber escuchar, rasgo que marcará el futuro estilo de otra célebre periodista, la Nobel Svetlana Aleksiévitx.
En la primera parte del libro, dedicada a Kapuściński, se recuerda una anécdota que nos da una idea de la forma de entender la profesión de periodista. El reportero es un narrador crítico y culto. El conocimiento de la Historia es el filtro que permite decodificar lo que ocurre en el presente. La publicación ‘Nowa Kultura’ publicó en 1955 ‘El poema para adultos’ de Adam Wazyk, que denunciaba las condiciones deplorables de los obreros de una fábrica metalúrgica en Nowa Huta. En el contexto comunista, el texto provocó una fuerte polémica que recogieron los medios de comunicación de la época. En esas circunstancias, Kapuściński viajó a Nowa Huta para escribir un reportaje. Tenía 23 años. La crónica fue aún más dura que el poema de Wazyk. La directora del diario y el censor, que habían rechazado el texto del periodista, acabaron por dimitir. También lo hizo la dirección de la fábrica descrita. El escándalo fue enorme. Una comisión se encargó de verificar cada uno de los detalles en el reportaje. Kapuściński recibió la Cruz de Oro al Mérito. “Esa experiencia me reconfortó. Aprendí que escribir comportaba un riesgo y que, en el fondo, las consecuencias de un texto eran más importantes que su publicación. Cuando se intenta describir la realidad, la escritura ejerce una fuerte influencia”, dijo el autor. Después de la publicación del reportaje en la prensa, raramente ha vuelto a aparecer. Precisamente, el artículo encabeza la lista de textos seleccionados de este interesante libro.
El título se puede interpretar como una referencia a los matices y detalles necesarios para denunciar, con precisión, sutileza y rigor, la situación social en un ambiente condicionado por la censura comunista. El detalle y la anécdota sirven para comprender mejor la realidad más compleja. Según el periodista e historiador Adam Michnik, el reportaje es el arte de ver el mar en una gota de agua.
Carles Domènec.