Mimoun, de Rafael Chirbes

Rabat, fotografia de Carles Domènec.
Medina de Rabat. Carles Domènec.

Cuando tomé la precipitada decisión de vivir en Marruecos, no imaginaba que, en un país que había recorrido en varias ocasiones y que siempre me había parecido desértico, pudiese llover  tan­to. Sin embargo, aquel invierno que pasé en Mi­moun llovió durante semanas  enteras.  El viento se ensañaba con las ramas de los árboles, y las ra­mas de los árboles, al moverse, torturaban mi imaginación. Conseguían, con su triste sonido, trastornar mis sentimientos y arrastrarme a esta­dos de ánimo más propios de un adolescente que del hombre que, ya por entonces, era.

Mimoun (Anagrama), Rafael Chirbes.