BENDITAS LIBRERÍAS

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Aviso para navegantes: este no es un libro negro. Pero ¿qué sería de la literatura, de cualquier género, sin las librerías?. Este es un libro que va sobre librerías y cualquier aficionado al género negro es, por encima de todo, lector. Y cualquier lector es un amante de las librerías. Fin de la justificación. Además Me estás pisando el Chéjov es un buen libro de relatos. Editado por Espai Literari, reúne narraciones de Sergio Barce, Mauricio Bernal, Juan Pablo Caja, Josep Camps, Débora Castillo, Carles Chacón, Inma Santos, Raúl Montilla, Gabriela Polanco, Victòria Prats, Óscar Royo, Aureli Vázquez y Josep Vila. El único punto en común es que todas tienen una librería como escenario -la mayor parte de las veces principal, algunas sólo tangencial. Así pues, esos espacios maravillosos en los que el placer se acumula al alcance por unos pocos euros, es el único punto de unión de estos autores que muchas veces se han fogueado en el campo del relato breve como género y en el campo de la publicidad  y el periodismo como método para ganarse la vida, aunque hay de todo.

Un inciso. Lo del relato breve, en este país, es demencial. Con más de quinientos premios dedicados al género del que se nutren una cantidad alucinante de antologías municipales agrupando a los ganadores y finalistas de varios años, el poco respeto que se tiene en general hacia un género mayor por parte de críticos y consumidores en general contrasta enormemente con el número de galardones convocados. Hay auténticos talentos perdidos en esos procelosos campos de la literatura municipal y de supervivencia.

En los últimos tiempos hemos visto la aparición de muy numerosas antologías en castellano y en catalán, algunas de ellas vinculadas directamente a la novela negra. Es una manera de descubrir autores, de poder leer propuestas interesantes, de generar debates cuando los antólogos tienen la intención de hacerlo. En este caso no había voluntad de generar nada más que una fascinación por las librerías, una emoción hacia esos espacios imprescindibles de las ciudades que cada vez más están en retroceso. Y tal vez sea este el gran mérito del libro: haber entendido que un relato es una pieza autónoma, independiente, que se defiende por si sola, en la que los personajes sufren una serie de avatares que les transforman. Además, el lector les acompaña y sufre a su vez una transformación. Si un cuento es bueno no somos iguales antes de su lectura que después de ella. Esa es la magia de la literatura y la del género más complicado.

Me estás pisando el Chéjov contiene en su interior muy buenos relatos, incluso algunos excepcionales. También, no nos engañemos, algunos más flojos, pero en general el nivel es bastante alto y la lectura del conjunto es muy placentera. Si uno acaba de leerlo buscando la bajada de temperaturas de la noche de verano deseará que las horas pasen muy rápido hasta que abra las puertas su librería preferida. Ese era el objetivo.

Entre todos los relatos destacan con inusitada fuerza Erre cinco, de Carles Chacón; La librería del tío Hugo de Sergio Barce; Librería Destino de Raúl Montilla, Maldita ciática de Aureli Vázquez y la sensacional historia negra marca de la casa de Josep Camps, titulada Amén. Estos son los cuentos que más me han gustado, que contemplan todas las virtudes de los buenos relatos.

Y luego tenemos la joya de la corona, un relato excepcional en el que destacan tres cosas muy complicadas de conseguir: la creación de una atmosfera; la teoría del iceberg de Hemingway bien aplicada; y la plasticidad poética de alguna de las imágnes que se plantean. Es El rosario de la aurora, de Juan Pablo Caja, y sólo por el placer de poder releerlo algun día para reconciliarse con la buena literatura vale la pena tener este volumen entre las manos.

SEBASTIÀ BENNASAR

Me estás pisando el Chéjov

13 relatos sobre librerías

Espai literari, 2016.

120 páginas.