“El Padrino nos hizo comprender el mundo de la mafia más que cualquier estudio”

Jorge Zepeda, Barcelona. Nov 2016

Jorge Zepeda

Con su tercera novela, ‘Los usurpadores‘ (Destino), Jorge Zepeda (Mazatlán, México, 1952) prosigue con la serie de Los Azules, el grupo de viejos amigos que en esta ocasión investigan un terrible atentado cometido en la Feria del Libro de Guadalajara.

¿Hay vida después de ganar el Premio Planeta (en 2014, con ‘Milena o el fémur más bello del mundo‘)?

Bastante vida. Para mí, el Planeta me dio una exposición grande que me permite espacios y traducciones. Las hay incluso para el chino o el búlgaro. Representó un espaldarazo enorme para continuar en esto que parecía un divertimento, originalmente, después de haberme dedicado durante tanto tiempo al periodismo. ‘Los corruptores’ fue mi primera novela. Con la segunda, el Planeta me confirma que, aunque tardía, hay una vocación que merece la pena. Me dio seguridad. En esta tercera novela, si bien tiene la huella del periodista, hay mucha más confianza del novelista que trabaja con las tramas.

¿Dónde hay que situarla en la serie de Los Azules?

Más allá de que se puedan leer de forma independiente, esta es una novela que regresa a la dinámica de ‘Los corruptores’. Es cierto que el tiempo no ha pasado en balde para la dinámica de los cuatro azules, mi detective colectivo. Están más acerados y pesimistas, después de las dos sagas anteriores y las decisiones que han tenido que tomar. Hay una zona de grises en ellos, que cada vez es más palpable en esta tercera novela.

Con el thriller es posible explicar la realidad, a veces, mejor que con el periodismo.

Sí, el thriller político permite introducir muchos matices sobre el poder, que al periodismo le cuesta entrar o, cuando lo hace, le resulta complicado divulgar, por la ausencia del testimonio o la fuente. La construcción de estas radiografías permite pulsar cabalmente la antropología del poder.

¿Qué relación tiene su interés por el thriller con los tiempos actuales?

Soy un periodista de los que están obsesionados por dilucidar esas zonas oscuras del poder. El thriller político ofrece la posibilidad de poner en movimiento temas de actualidad que, de otra manera, son muy difíciles de desenmascarar. La ficción ayuda a la realidad, para entrar en los rincones. ‘El Padrino’ nos hizo comprender el mundo de la mafia más que cualquier estudio.

Jorge Zepeda
Fotografía de Carles Domènec

Es una radiografía negativa y universal.

Las traducciones de las dos primeras novelas dan cuenta que pueden ser leídas en Estambul o Shanghái. Son historias universales del poder y sus infamias, tras bambalinas. Tiene que ver con el desencanto planetario de la gente con las clases políticas.

¿Por qué sitúa el atentado al principio de la novela?

Es un recurso emparentado con la solución clásica, no unánime pero muy frecuente, de arrancar con el asesinato. El resto de la novela es la pesquisa para encontrar al culpable. Para los cuatro azules y para el lector, el tema es saber cómo sucede.

¿En qué clave hay que leer que el atentado suceda en la Feria del Libro de Guadalajara?

Yo crecí en Guadalajara. He estado en muchas ediciones de la feria. Me interesaba encontrar un evento que reuniese ese tipo de celebridades y contara con una cobertura de la prensa internacional. Un explosivo en un tren con el mismo número de víctimas, aunque anónimas, no hubiera conseguido lo que se pretendía, que se explica a lo largo de la novela.

La serie de ‘Los Azules’ dará paso a una producción cinematográfica.

Más bien televisiva. Se han comprado los derechos por el Grupo Zeta y están desarrollándose lo que llaman ‘la biblia’ de un proyecto de adaptación, para coproducirlo con un grupo norteamericano. Se habla de tres temporadas, una por novela, con 12 o 13 capítulos por libro. Me gusta más que una producción cinematográfica. Me entusiasma la idea.

¿Qué función tiene en la novela ese ex tenista y confidente?

Fue fundamental. Esa especie de Rafa Nadal mexicano, que me invento. Me permite un monólogo de parte del soberano. El presidente es un fanático de este ídolo deportivo. Le pide consejos de tenis. Lo toma como un interlocutor que no tiene el presidente. Acaba teniendo sesiones casi de diván sobre sus preocupaciones, sus obsesiones y miedos como presidente. El lector puede ver ese mundo de la política con ojos frescos.

Hay medidas que toma el presidente que parecen causadas por el simple azar.

Porque la vida es así. Una parte importante del triunfo de Trump tiene que ver con el azar, con el hecho de que un director del FBI avise al congreso que Hillary estaba siendo investigada.

Cada día leemos noticias sangrientas de Ciudad Juárez. Debe ser un reto ser un escritor mexicano y evitar que la realidad compita con la ficción.

Y si asumimos que se estima en 100.000 muertos la guerra del narcotráfico, nos quedamos cortos. Si hace año y medio, cualquier autor de novela política dice que Trump va a llegar a la Casa Blanca, la editorial rechaza el libro por inverosímil. Parecía un mal chiste.

Dirige un diario digital. ¿Hacia dónde va el periodismo?

Uno de los cuatro Azules dirige un periódico tradicional, de ficción, el más importante del país. La chica de los Azules ha fundado un diario digital. Los dos diarios confrontan modos de hacer de los dos mundos. Es mi propia realidad. He sido director de un diario convencional; ahora llevo cinco años al frente de un diario digital. Hay cosas que se parecen y otras a las antípodas de las que se hacían antes. En los diarios digitales hay más libertad pero están engullidos en las redes sociales que son tan tóxicas, y que tienen que ver con el entretenimiento, el anonimato, la pseudo información y la información gratuita. Hay un modelo de negocio roto. Estamos en una zonas inéditas que apenas se están presentando. El periodismo de papel, como lo conocemos, tiene los lustros contados. La gente de 35 años y menor lo ha desechado como vía de información. Es una cuestión de tiempo. El tipo de periodismo va a cambiar. Hoy en día, la mayoría de informaciones que se consumen son referenciales, es decir, llegan a través de un enlace o tuit. Si la mayor parte de noticias son consultadas en un móvil, el tipo de información es forzosamente distinto. La información se funde con el entretenimiento. Es el fin de un modelo.

Carles Domènec