PERE CERVANTES: TODOS LOS COLORES DEL NOIR

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Cada cierto tiempo los agoreros de la novela negra advierten que está llegando a su fin, que no hay propuestas de renovación, que se siguen los mismos clichés y que la calidad está bajando a marchas forzadas. Tal vez estos agoreros leen poco, o leen mal, o leen siempre el mismo tipo de libros cada vez peor. O tal vez leen algo que no es novela negra però que les han hecho creer que sí que lo es y luego pasa lo que pasa y llegan los malos entendidos. A mi entender, la novela negra en España pasa por uno de sus momentos más brillantes en lo que se refiere a la creación -jamás en ningún otro periodo histórico la calidad media había sido tan alta (sin que eso conlleve la desaparición de novelas horribles, que las hay- y si tenemos que buscarle problemas debemos irnos a buscarlos en su cariz industrial (tiradas pequeñas, distribución irregular, falta de crítica seria y regular en los medios de comunicación, falta de lectores en general).

La prueba del momento dulce que estamos atravesando es la publicación con muy pocos meses de diferencia en una misma editorial (Alrevés) de las nuevas novelas de Jordi Ledesma -“Lo que nos queda de la muerte”, a mi entender la mejor novela negra de 2016- y de Pere Cervantes -“Tres minutos de color”- acabada de aparecer. En los dos casos son la tercera novela, la que supone la consagración, y si bien Jordi Ledesma había publicado siempre en la misma casa, en el caso de Cervantes es su primera incursión con Alrevés.

En esta obra Pere Cervantes nos presenta a un singular inspector de policía, Coque Brox, acromatópsico (sólo puede ver en blanco y negro), jefe de la unidad de desaparecidos de Barcelona. Estamos entre 2003 y 2004, faltan pocos meses para que los Mossos de Esquadra se implanten en la ciudad y Coque está investigando la desaparición de Palma, su compañero de equipo a pesar de que el comisario le quiere lejos de esas pesquisas. Los otros dos personajes principales son Oliver el forense -con quien Coque comparte piso- y Nadia, una cardicirujana del Clínic.

Luego está una retahíla importante de personajes secundarios muy bien dibujados y una trama perfecta: la resolución del conflicto sólo se obtendrà en una experiència cercana a la muerte que cambiará para siempre al inspector. En esa segunda parte del libro Pere Cervantes demuestra que su ambición literaria no tiene límites, y que su facultad fabuladora tampoco. La creación de todo un mundo, de sus reglas, de sus maneras de relacionarse, es algo sumamente complejo y Cervantes lo resuelve con una maestría al alcance de muy pocas personas.

Y es que la prosa de Pere Cervantes funciona con una falsa sencillez. Eso es lo más complicado. La estructura con capítulos cortos, el juego de la segunda parte de las focalizaciones múltiples, el mantenimiento de la tensión narrativa, los giros continuados en la trama, pequeños destellos de humor y una gran dosis de mala leche convierten a esta novela en una seria candidata a estar en boca de todos a lo largo de todo el año y consagran a su autor como uno de los nombres a seguir de la actual novela negra española. Además de cerrar la boca por completo a los cansinos agoreros de siempre. La novela negra está más viva que nunca.

SEBASTIÀ BENNASAR

Tres minutos de color

Pere Cervantes

Alrevés. Barcelona 2017.