BENDITOS ENSAYOS SOBRE NOVELA NEGRA

La novela negra española pasa, en estos momentos, por una de sus mayores paradojas. Nunca habíamos tenido una calidad media tan elevada y nunca habíamos tenido un problema de industria tan acuciante. Explicaba en una entrevista Fernando Marías que “el boom de la novela negra es un 90% de autores vendiendo 900 ejemplares y sus editoriales considerando que es un éxito”. Si ustedes se cifran en las fijas y las redondean a 1.000 ejemplares verán que cada autor puede ganar por una de sus obras 1.500 euros, con suerte (el 10% de las obras vendidas a 15 euros). Si se descuentan Hacienda -en el gremio de los escritores sólo Ildefonso Falcones, que sepamos, tiene una off-shore en Panamá- y la agencia literaria, el escritor gana 1,05 por ejemplar, o sea mil euros y un gintónic de los baratos si consigue colocar esos mil ejemplares. Sucede que luego está ese otro 10% que vende muchísimo pero en muchos casos se trata de novelas más o menos mediocres cuando no malas y en muchos casos productos de laboratorio que firman nombres más o menos famosos pero sobre los que recae la sospecha de colaboradores literarios muy profesionales en la ejecuciòn final del relato. Esas novelas producto son uno de los peores males que afectan al género en España (y en general a toda la literatura) puesto que confunden a un gran número de consumidores haciéndoles creer que eso que leen es novela negra cuando la mayor parte de las veces no pasa de costumbrista con muerto y policía además de una concatenaciòn de tópicos más televisivos que literarios.

Otro de los grandes problemas que tiene la novela negra en nuestro país es todavía el escaso reconocimiento que le otorgan los medios de comunicación y la academia. En el primer caso la crítica literaria es escasa (cada vez hay menos páginas dedicadas a libros en la prensa escrita y menos espacio en televisiones y radios) y casi siempre se dedica al recurso fácil de comentar o esos libros mediáticos o los de los autores estrangeros. Cierto es que internet ha traido buenas alianzas con revistas especializadas y blogs de medios generalistas, pero en general la novela negra española no la reseña casi nadie. Desde el punto de vista académico, continua ninguneándose al género negro porque la frase de Borges referente a que a la novela negra le falta la dosis necesaria de aburrimiento para ser aceptada por la academia continua siendo vigente. Y además porque en la universidad, salvo honradas excepciones, sólo se entra como objeto de estudio cuando uno ya está muerto.

Es por eso que cada nuevo ensayo sobre novela negra que se publica en España es una bendición. Sobretodo porque el género ha sido muy poco tratado desde el punto de vista académico y porque además nos hace falta algo sobre lo que cimentar esa sensación de buena calidad literaria que flota en el ambiente. Nos hace falta que alguien nos recuerde de dónde venimos y un poco lo que somos. Si ese alguien es el tándem investigador más sólido sobre novela negra que tiene este país, miel sobre hojuelas. Nos referimos, claro está, a Javier Sánchez Zapatero y Álex Martín Escribá, profesores jóvenes de la Universidad de Salamanca en la que dirigen el Congreso sobre novela y cine negro que este mes de mayo llegará a su 13 edición. Hubo un tiempo en el que ambos se prodigaron con una serie de artículos conjuntos publicados en revistas universitarias y libros de congresos y cada uno tiene en su haber una buena bibliografía individual. Ahora nos llega su primer ensayo largo conjunto, con el título de Continuará y publicado por Alrevés.

En este ensayo ambos investigadores se han centrado en el fenómeno de las sagas como elemento vertebrador de una buena parte de las obras del género negro español. La primera parte del libro -a mi entender mucho más interesante que el estudio de caso propuesto, sin que esto desmerezca en absoluto el trabajo dedicado al análisis de las obras de Eugenio Fuentes, Alicia Giménez Bartlett y Lorenzo Silva- es una auténtica joya porque supone un análisis muy certero sobre la novela negra española desde sus orígenes hasta nuestros días. Partiendo de un lúcido análisis sobre los conceptos de novedad y repetición y sus características fundacionales en la novela negra universal, repasan toda la vida editorial española dedicada al género y abundan en unos cuantos conceptos: la valorización de precedentes como la novela de quiosco escrita bajo seudónimo; la importancia de la novela negra en catalán para el desarrollo del género en España; el concepto de desencanto que transciende mucho más allá de la obra de Vázquez Montalbán y se extiende por múltiples geografías.

El libro es una fuente de información de primer orden y deberíamos pedirles a los autores que se atrevan a hacer algo imprescindible: una historia de la novela negra española bien hecha y con la extensión pertinente o bien que se atrevan a rizar el rizo y se encarguen de coordinar un gran diccionario sobre la novela negra española, incluyendo por tanto la publicada en gallego, euskera y catalán, a imitación del gran diccionario francés de Claude Mesplède. Sólo ellos, con el apoyo de algún proyecto de investigación de la universidad y algun mecenazgo privado pueden ponerse al frente de semejante hazaña.  Mientras no llega, tendremos que conformarnos con este libro maravilloso y breve al que sólo le encuentro un defecto muy menor: servidor es un gran defensor de la nota al pie y el modelo de citación francesa, que no obliga a ir adelante y atrás buscando las referencias. Pero ya digo, el problema seguramente es mío.

Ah, y ojo, no se pierdan el paratexto con el que abren el libro. ¿Qué dijo Umberto Eco sobre apocalípticos e integrados? Y que dijo Roma Gubern sobre la cultura de masas?. Este es un ensayo inteligente desde esa elección de la primera cita.

SEBASTIÀ BENNASAR

Continuará… sagas literarias en el género negro y policíaco español

Javier Sánchez Zapatero y Àlex Martín Escribà.

Alrevés

Barcelona, 2017