“Cenicienta en llamas” o como abrir una colección de novela negra

El pasado mes de enero un sueño empezó a convertirse en realidad. Pagès Editors lanzaba en catalán su colección de novela negra, Marraco Negre. En paralelo nacía Marrajo, la colección de novela negra en español de Milenio. Tengo la suerte inmensa de ser el director de ambas colecciones, que han nacido este año, pero en las que llevamos trabajando intensamente con Eulàlia Pagès y Joana Soto casi un año entero.

Y como director creo que la elección de “Cenicienta en llamas”, de Jordi Juan, para iniciar la colección Marrajo, tiene que ser un motivo de orgullo para la editorial y de felicidad para los lectores. Cuando iniciamos el proyecto llamé a Jordi Juan, que había publicado “Ángulo muerto”, obra con la que había ganado el ciudad de Getafe y posteriormente el memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón. Estaba convencido que sería casi imposible ficharlo porque no teníamos nada a ofrecerle: no había diseño de los libros, no había grandes anticipios. Sólo la ilusión por publicarle y el ofrecimiento para ser el primero de la colección. Y no sólo nos dijo que sí sinó que nos entregó una novela extraordinaria: “Cenicienta en llamas”.

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¿Por qué fichar a Jordi? Por múltiples motivos. El primero, claro, su indudable calidad literaria. Pero también está el hecho de ser valenciano. Estoy absolutamente convencido que una buena parte de las mejores novelas negras contemporàneas tanto en español como en catalán las están escribiendo los autores valencianos (o los que llevan residiendo en ese territorio mucho tiempo). Tienen un punto de mala lleche que les diferencia y algo en su narrativa que tiene mucha potencia, Es algo muy difícil de definir. También tienen un punto de humor negro muy interesante. Por eso me parecía interesante empezar con un autor valenciano.

A partir de aquí llegó la generosidad de Jordi. Una especie de confianza ciega, un trabajo continuado y muy profesional y una novela extraordinaria. Singular, original, escrita de forma impecable y ambientada en esa Valencia de los excesos que luego nos trajo Gurtel y todos los descensos en los infiernos varios del caloret faller. Jordi ha creado un artefacto literario perfecto, polifónico, que es muchas novelas en una sola novela tal vez porque la realidad valenciana sólo es tratable desde el caleidoscopio.

El pasado jueves “Cenicienta en llamas” empezó su singladura con su primera presentación pública en Valencia, en la sala Sporting Club de Russafa, un antiguo boxing republicano reconvertido en espacio de las artes y en dónde tiene su librería Cosecha Roja Miguel Fuentes, uno de los tipos que más conocn el genero negro en España.

Si este fuese un país normal, “Cenicienta en llamas” gozaría muy rápidamente de un público muy fiel y entusiasta y empezaría el boca-oreja alertando de la llegada de una nueva novela de Jordi Juan. De momento intentamos convencer a libreros, periodistas y aficionados al género de que “Cenicienta en llamas” es una novela extraordinaria para abrir una colección de novela negra que busca, precisamente, novelas capaces de seducir y originales. Bienvenido Jordi a la familia.

SEBASTIÀ BENNASAR